Enfrentamiento de chavistas vestidos de opositores contra opositores vestidos de chavistas deja un saldo de 150 confundidos

Ayer pasadas las ocho de la noche se produjo una situación fuera de lo común en un país normal pero, muy común en Venezuela; luego de que no se escucharan cacerolas, unos chavistas en San Francisco, Estado Zulia, se vistieron con franelas de Henrique Capriles Randonski y se dirigieron hacia un CDI para crear caos lanzando peligrosas cebollitas a las puertas de este, y así darle material a Mario Silva para su programa. Por otra parte unos opositores que quisieron hacer lo mismo pero para Globovisión, se habían vestido con franelas y gorras rojas, y estaban manejando en circulo sus cuatrimotos cerca de este CDI, intentando asustar a la gente; como lo haría un motorizado normal, en un día normal.

Diego Sosa, uno de los opositores, a escasos metros del CDI detecto desde su cuatrimoto que algo andaba mal. “Yo vi a esa gente con franelas de Capriles y me alegre pues. Me gusto mucho que se hicieran sentir con esas cebollitas frente a ese CDI. El problema fue cuando me acerque un poco más, y note que esa gente no podía ser uno de nosotros. Demasiados wirchos y zorros. Tenian que si mechitas y pantalones pegaos y brillantes, como si le hubiesen echados escarchas. De pana que feo. Yo no sabia que estaba pasando, quede ultra confundido, por lo que de una vez le dije a los panas que nos fuéramos para mi casa y que allá cuadráramos algo” comentó Diego mientras enviaba una cadena en el PIN diciendo: “¿Pa donde hoy? Ya que no hay cacerolazo…”.

Por el lado de los chavistas fue Rubén Mendoza, quién alerto a sus compañeros al ver que algo no le cuadraba. “Pana ¿cuatrimotos? Yo no me podía creer esa farsa. Por Dios, vi esa vaina y no sabia ni que pensar. De paso la noche no ayudaba a ver y distinguir, pero si algo estaba claro es que esos no eran los míos, ¡los míos me hubiesen avisado si iban a robar unas cuatrimotos! Esas vainas son burdas de caras” explicó Rubén bastante orgulloso y seguro, por saber que sus panas avisan cuando “la mercancía vale la pena”.

Por suerte el enfrentamiento no paso a mayores ya que nunca se lograron cruzar, pero lo cierto es que se registra un saldo general de 150 confundidos por esta situación.