Llegó la navidad. Época de hallacas, pan de jamón, inseguridad, y maldiciones para Venezuela
Ya la navidad llegó. Y con ella, las tradiciones de
siempre. Como la de comer hallacas con gusto, después de haber maldecido a Venezuela porque
estuvo difícil conseguir la harina para prepararlas. “Ojalá tuviera dinero para
largarme de este país y no volver más nunca”, dijo más de uno, mientras ponía
el arbolito, y portaba la franela de la Vinotinto.
Por su parte, también ha llegado la época donde nos
quejamos del precio del pan de jamón con un: “¡Dios mío! Pero es que en este
maldito país las cosas cada vez están más caras. ¿A dónde vamos a parar?”;
para, posteriormente, brindárselo a nuestros amados familiares (que sólo vemos
en diciembre) el 24 y el 31. “Primo, ¿no quiere más pan de jamón…? ¿Verdad que
está buenísimo…? Ya le traigo más”.
Y por supuesto, no olvidar que son estas fechas mágicas,
donde nos regalan más cosas, despertando así ese espíritu de pertenencia que
nos hace cuidarnos con más alegría de los motorizados que nos quieren robar el teléfono en la calle,
que nos dio la tía del esposo con dinero. Espíritu, que se contagia, y logra que
todos en nuestro alrededor quieran cuidar con optimismo todo lo que le
regalaron, de la inseguridad.
Sin más que decir, toda la familia de Un Mundo Triangular
les desea: ¡Feliz Navidad, y Feliz año nuevo!
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