URGENTE

Descubre a su esposo buscando un Pokémon en un prostíbulo


Difícil fue la situación que le tocó vivir a Frederick Schumann, habitante del pueblo de Oberammergau (en Alemania). Según consigna el diario Süddeutsche Zeitung, el joven bávaro fue encontrado en un popular prostíbulo del pueblo por su flamante esposa, pocos días después de su luna de miel. Tras contener a la enfurecida mujer, Schumann intentó explicarle la razón por la cual se encontraba allí: la presencia en el lugar (según la aplicación Pokémon GO) de Articuno, Pokémon Legendario que apareció en la primera colección de esos monstruos de bolsillo. Lejos de calmar los ánimos, la aclaración del esposo profundizó la crisis de nervios de su pareja, la que tuvo que ser hospitalizada para su mejor atención. No se descarta una solicitud de divorcio por parte de la mujer (cuyo nombre se desconoce) y un eventual juicio a Nintendo por parte de Frederick.

Pokémon GO es un videojuego de aventura en realidad aumentada (es decir que se desarrolla en espacios reales) creado por Nintendo para dispositivos móviles. El juego permite al usuario buscar, capturar, luchar y comerciar con pokemones escondidos en el mundo real. A pocos días de lanzado el juego en Alemania, Frederick Schumann se convirtió en un fanático. Según informa el periódico Süddeutsche Zeitung, Schumann no podía dejar de jugarlo: “tenía unos días libres después de mi luna de miel, justo en el preciso momento en que se lanzó la aplicación aquí (en Alemania). Fue maravilloso, estuve recorriendo lugares casi sin sacar mis ojos del móvil. Y les juro que, cuando vi en un edificio a Articuno, poco me importó si era un prostíbulo, un hospital o una iglesia, sólo quería que la puerta estuviera abierta. Y así fue”, comentó.
Consultado sobre cómo su mujer se enteró de que estaba allí, Schumann respondió: “en el momento en que estaba por alcanzar a Articuno, recibo un WhatsApp de mi esposa. Para no perder tiempo, le envío un mensaje de voz donde se filtraron comentarios inoportunos de las chicas que trabajan allí. Este es un pueblo pequeño, fue muy fácil encontrarme”. Finalmente se le consultó sobre si pudo hacerse del Pokémon que fue a buscar: “no. La muy puta que trabaja en el departamento 12 lo capturó primero”, sentenció desconsolado.
Muy distinta es la visión de la esposa, siempre según el periódico alemán: “este se cree que yo soy estúpida”, afirmó entre llantos, “desde que volvimos de la luna de miel no me hablaba, estaba con su celular en todo momento, salía a cualquier hora de casa y volvía horas después, casi ni comía, se quedaba abstraído de la realidad, lo encuentro en un prostíbulo y quiere hacerme creer que era por esos macaquitos japoneses. ¡Por favor! ¿A usted se le ocurre que un adulto se pueda distraer con esa tonterí... ¡Oiga! ¡Eh! ¿De qué habla? ¿Qué es un moltres? ¿Puede dejar el celular y atenderme?”, concluyó.
Según pudo saber esta agencia, la esposa de Frederick se puso en contacto con un abogado para iniciar los trámites de divorcio mientras, de forma casi simultánea, Schumann tiene casi todo pronto para iniciarle un juicio a Nintendo por daños. La multinacional japonesa prefirió no hacer declaraciones al respecto, limitándose a enviarnos por email las condiciones de uso que cada persona acepta al instalar la aplicación Pokémon GO y que en su punto 43.33.67 dice (casi premonitoriamente) que Nintendo “no se hace responsable por la presencia de pokemones en lugares de dudosa reputación ni, de modo alguno, de las consecuencias que la presencia de un jugador en dichos lugares pueda generar, arrogándose además el derecho a recibir algún tipo de resarcimiento ante cualquier reclamo, en virtud del desprestigio que esto puede ocasiona a la empresa”.

Esta nota fue publicada originalmente en Librumface, y forma parte de un convenio entre esa web y Un Mundo Triangular.

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