Mi Venezuela: un preescolar que se salió de control
La maestra Democracia Quintero no ha pensado en las
consecuencias y la mañana de hoy a mandado citación y suspensión al mini
caudillito de 4 años del preescolar Mi Venezuela, Leito Chacín, por los últimos
hechos de violencia que han ocurrido en el aula de clase.
Todo empezó días antes cuando Chacín convocó protestas
pacificas contra su compañero de clase Nicolás Palmar, quien desde el año
pasado controla la repartición de plastilinas y legos de su salón. Palmar,
obtuvo este poder a través de votos y porque fue recomendado por Huguito, un
niño de 6 años que abandonó el preescolar Mi Venezuela hace poco más de un año
porque le tocaba ir a primaria y se fue… a otra institución, dejando así triste
a muchos de sus ex compañeros, quienes lo consideraban un gran líder.
Pero en las llamadas protestas pacificas, todo se
complicó.
Primer día.
“El dejó la protesta prendida con un discurso donde se
quejó de la falta de plastilina y de legos para la diversión en las horas
libres y dijo y que se sentía mal, entonces la maestra llamó a su mamá
y lo vinieron a buscar”, relató Anita Rincón una de las niñas del salón.
“Entonces empezaron los insultos y luego los
enfrentamientos, y salieron lastimados de ambos bandos. Algunos fueron
cruelmente mordidos, y a otros inocentes les rompieron sus juguetes. A un
amiguito mío le rompieron su Capitán American que le trajo santa. Fue horrible
y todo ocurrió mientras la maestra estaba en el baño, entonces cuando entró y
vio lo ocurrido, sólo le preguntó a Nico qué había pasado, y él dijo puras cosas
a su favor, entonces a los protestantes les llamaron a sus representantes, los
cuales los castigaron”, culminó Anita, mientras portaba con orgullo un cintillo de
Violetta.
Segundo día.
Aunque los lastimados fueron unos 3 (de 100 alumnos), al
día siguiente un grupo de niños opositores a Nico le propusieron al resto que
se empezaran a pintar moretones y que se mordieran entre ellos, con la
finalidad de que al llegar a su casa le dijeran a sus padres que habían sido
los otros niños los violentos y, de esta manera, se le quejaran a la maestra
Democracia Quintero.
“La profe nos contó su versión y dijo que nuestros hijos
mentían. Incluso, le borró con un pañito con agua, frente a mi, uno de los
moretones que mi hijo Carlitos tenía. Me dejó muy confundido. No sé qué creer”,
expresó uno de los padres más tranquilos frente a esta situación.
Sin embargo, no todos estuvieron tan relajados, ya que
algunos amenazaron a Democracia con llevarla a la LOPNA por permitir
agresiones dentro del aula. “Esta malaya loca quiere venir a decir que mi
Paulita está mintiendo. Pero esto no se va a quedar así, porque yo tengo un
amigo en la LOPNA. Veré qué puede hacer”, aseguró a Un Mundo Triangular Carla
Machado, una de las representantes, quien por cierto: estaba buena.
Ese día Leito no fue porque “aún se sentía mal” informó
su mamá, pero también dijo que al otro día “sí iba”.
Por su parte, Nico aprovechó esas horas de clases y expresó
que Leito sólo quería crear división, y que si no había plastilina y legos para
todos era “por culpa de la sección de al lado, quienes acaparando todos los
juguetes de la institución quieren acabar con la diversión de Mi Venezuela”. No
obstante, expertos habían declarado anteriormente que lo que decía Nico era
falso porque existían pruebas de que la maestra entregaba suficientes juguetes
para todos; asimismo, otros expertos defendían a su líder Nico
asegurando que éste tenía razón y que los otros expertos estaban “locos de
remates porque ven Pokemón y eso está pasado de moda”.
Tercer día.
El niño Nico llegó temprano y se dirigió a su maestra, y
con bastante ternura le regaló una manzana y le comentó lo bonita que estaba: “qué
bella está hoy querida profesora de mi corazón”. La maestra no se resistió y le
dio muchos besitos, dejándole así todos los cachetes llenos de pintalabios.
En acto seguido, Nico le explicó a Democracia Quintero que
el principal responsable de lo ocurrido en los días anteriores era Leito Chacín,
porque había provocado la pelea mientras ella estaba en el baño. “¿No le
pareció sospechoso que luego se fue?”, le preguntó a Democracia, quien
pensativa se dio cuenta que todo cuadraba, porque Leito en tempranas horas de
aquel día, se subió a un árbol porque y que él era Superman, y en ese momento no mostró
ningún síntoma de enfermedad.
Y fue ahí cuando Democracia Quintero tomó quizás el peor
error de su vida. Suspender por primera vez en su carrera de maestra a un niño,
debido a que Leito no se quedó callado y le dijo a su mamá que todo era como él decía, la cual le creyó, y
luego de hablar con otros representantes está dispuesta a llevar a Democracia a
la LOPNA, lo que ha sido un gravísimo problema para la institución de educación
preescolar Mi Venezuela.
Y esta es la historia de Mi Venezuela: un preescolar que
se salió de control gracias al egoísmo que trajo la repartición de plastilinas
y legos, la mentira, y una maestra que no supo controlar un simple salón de
clases.
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