Cola para comprar Harina Pan forma pareja amorosa

No todo es malo en las colas para comprar Harina Pan, azúcar, leche o arroz. También hay amor. Y eso se puede ver con toda claridad en la pareja conformada por Adrián Palmar y Carolina Palmar, cuyo enamoramiento nació, y se completó, “mientras bachaqueabamos”.

Las familias de ambos no pelaban, junto con ellos, un supermercado donde estuviesen vendiendo algo en cualquier parte del estado Zulia. “La vi varias veces metida en colas en diferentes puntos antes de acercármele”, confesó Adrián. “Recuerdo que cuando lo hice, era un día donde estaban vendiendo azúcar. Tres paquetes por persona. Y mi mamá me paró temprano para irnos ‘a la guerra’. Y así fue cuando la pude tener cerquita. Se me acercó y con una sensual voz me preguntó: ‘¿me puedes colear?’. Fue como escuchar a los ángeles cantar”, explicó el enamorado.

“Me coleó y fue hermoso. Ese día me había tocado ir sola a comprar porque nadie en la casa podía, entonces: ¿te imaginas tener que hacer esa cola yo sola…? Cuando él tuvo ese gesto conmigo supe que era el indicado”, expresó Carolina, mientras le brillaban los ojos.

La actual pareja se intercambió inmediatamente los teléfonos, y desde ese día no se volvieron a separar. “Nos intercambiamos datos. Cuando yo sabía un lugar donde venderían algo, más tardar las nueves de la noche le avisaba. Igual hacía él”, añadió la novia.

Adrián explicó que algunas de las preguntas con las que se sacaban conversación al principio eran: “¿Ya sabes dónde venderán mañana?”, “¿Y cuántos paquetes?”, “¿Se comprara con la cédula, o podremos hacer la maraña de comprar varias veces?”. También ayudaban frases como: “estaba buena la chicha que vendieron hoy en la cola” y “hoy hice un parley diagonal a donde compramos, en la agencia de loterías, y me sacaron las Águilas del Zulia. Estoy arreechooo”.

Apenas dos semanas después de conocerse, el “osito” le pidió el “empate” a su “osita”.

“Bachaqueabamos todos los días, ¿para qué esperar más?”, comentó. “Lo hice delante de todos. Ese día vendieron harina y dejaban sacar de seis paquetes por persona. Todo fue perfecto”.

Por ahora, los novios siguen asistiendo juntos a los mercados, y aseguraron que “no entendemos como hay gente que habla tan mal de nosotros. Fíjate que ya hemos pensado hasta formar una familia con hijos y todo. Para que vean que bachaquear es vida”.